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Snowpiercer (Rompenieves)

  • Cine
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Le Transperceneige
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Time Out dice

5 de 5 estrellas

La historia de la ciencia-ficción distópica es, en cierto modo, la historia de la lucha de clases. Si, poniendo un ejemplo de manual, 'Metropolis' diseñaba la opresión de los poderosos hacia el proletariado como un sistema vertical, un émbolo gigantesco que condenaba a los trabajadores a las catacumbas de las horas extra, 'Rompenieves’ imagina una estructura social similar en clave horizontal. Es decir, el problema ya no es el peso que los pobres sienten sobre sus hombros, sino la distancia que los separa de los ricos.

La grandeza del debut en inglés de Bong Joon-ho radica en el hecho de que nunca sabemos cómo de inasumible es esta distancia que se debe cubrir religiosamente sin que nadie salga de la cola: el escenario, que la magnífica puesta en escena del director de 'The host' exprime en una gran lección de uso del espacio fílmico, es un tren que da la vuelta al mundo una y otra vez, atravesando un paisaje digno de la poética de un Ballard bajo cero.

Como película de acción, 'Rompenieves' es magistral: cada vagón de este tren del infierno es un universo en sí mismo, una pantalla de videojuego donde la lucha cuerpo a cuerpo está filmada con cuidado y elegancia, y la gracia es que el espectador supera cada nivel al mismo tiempo que los protagonistas, jefes de una revuelta anticapitalista que tienen todas las de perder. Bong nunca olvida que debe trabajar dramáticamente los personajes, que les ha de singularizar, para conseguir tenernos en sus manos, y por eso incluye, entre masacre y escabechina, momentos de serenidad perturbadora.

Como sátira social, es excéntrica, atrevida y ultra oportuna: los irresistibles excesos de la thatcheriana Tilda Swinton o de la escena de la escuela de lavados de cerebro decorada como una fantasía de Wes Anderson, contrastan con la sobriedad de un conjunto que funciona como un reloj suizo. Y la conclusión, sí, es devastadora: qué miedo da ver que cualquier rebelión contra el poder está dibujada por el mismo poder que quiere derribar.

Escrito por Sergi Sánchez
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