La artista estadounidense Carolyn Marks Blackwood (Alaska, 1951) muestra una colección de fotografías de gran tamaño en las que ha captado escenas que completa con una base a modo de leyenda narrativa.
En sus escenas no aparecen seres humanos, pero todas ellas evocan personajes invisibles cuyo destino se sugiere mediante la línea de guión que figura al pie de cada fotografía, narrando una historia de la que se infiere una inconclusa trama.