Normalmente el arte sacro se pintaba sobre lienzo, pero los inabarcables archivos del Prado conservan una escogida colección de pinturas del Renacimiento italiano realizadas sobre pizarra y mármol blanco. Frágiles y delicadas obras pintadas por Sebastiano del Piombo, Tiziano y los Bassano que reflejan el cambio en las técnicas artísticas que se produjo en las primeras décadas del siglo XVI. En esta exposición se materializan conceptos estéticos y filosóficos renacentistas, como la reproducción de nuevos efectos pictóricos, la percepción del entorno natural codificada en los textos clásicos, el paragone con la escultura y el deseo de eternidad. Un delirio renacentista fruto del estudio de otras disciplinas como la Historia Natural, la Geología y la Arqueología. Renacimiento en estado puro.
Pintura sobre piedra
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