Atención aficionados al buen café. Atención amantes de las cosas bien hechas. Pero, sobre todo, atención vecinos del barrio de Salamanca: un nuevo 'coffee shop' ha llegado a la ciudad, y confiamos en que sea así por mucho tiempo. Se llama In Caffeine y, como suele suceder en otros muchos ámbitos, que nadie se deje llevar por las apariencias ni por su pequeño tamaño de local 'take away', porque esta es una de esas excepciones en las que no importa.
En apenas unos poquitos metros cuadrados, Jeka, que así se llama el barista -y maestro del latte art- que hay detrás de este negocio, ha sabido meter todo lo necesario para que In Caffeine compita con los mejores coffee shop de la ciudad. No vamos desvelar todos sus secretos, que son unos cuantos, pero sí dos de ellos que seguro sabrán apreciar los más cafeteros: en primer lugar, su cafetera Dalla Corte Mina, capaz de sacar diferentes perfiles de un mismo café sin complicaciones. Y segundo, de lo mejorcito en cafés de especialidad, seleccionados por el pequeño microtostador sevillano Inefable, con quien comparte su pasión por las cosas bien hechas y el respeto a los pequeños productores de café.
Suele tener tres o cuatro orígenes diferentes a la vez, desde Kenia a Colombia, pasando por Honduras o Guatemala, siempre seleccionados en función de la temporada y la estacionalidad del producto. Jeka nos cuenta que, a la hora de degustarlo -y tal y como dicen las normas del buen café-, lo más recomendable es el expreso, por aquello de que permite apreciar mejor los aromas y sabores en boca. Pero conocedor de cuánto nos gusta a los madrileños un buen café con leche, en su carta no faltan ni los 'flat white' ni los capuccinos. Los cafeteros más auténticos disfrutarán con los cafés de filtro en Chemex, V60, aeropress..., señal inequívoca de esta es una cafetería 3G o de tercera generación.
Y solo un secreto más, para terminar de convencer igual que nos ha convencido a nosotros: su repostería casera (bizcochos de chocolate, zanahoria, limón, té matcha, calabaza o incluso remolacha) para tomar en el local o para pedir por encargo. Mención especial al bizcocho de remolacha y plátano que hacen sin una pizca de azúcar. También hay parte salada en la carta, con ensaladas (aquí cultivan hasta sus propios brotes para condimentarlas), tostas nutricionalmente equilibradas y hasta bocados energéticos que prepara su socia y pareja Aislu, nutricionista aficionada al buen comer y que hace que un plan en In Caffeine sea redondo desde primera hora de la mañana -ojo a las rebanadas de pan, una receta mejorada del propio Jeka, con harinas ecológicas y masa madre que le hacen por encargo-. Todo para llevar o para tomar en el local, porque aunque es pequeñito, tiene hasta una mini barra y un banco para sentarse tranquilamente. Restaurado por él mismo, por cierto.
Así es como In Caffeine aporta su granito de café -que no de arena- para convertir el barrio de Salamanca, en particular, y Madrid en general, en el referente del café bien hecho que nunca tendría que haber dejado de ser.
