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Tom Cruise se reúne con Doug Liman, director de 'Edge of Tomorrow', en una animada comedia basada en la vida de Barry Seal, un temerario piloto de la Trans World Airlines que se convirtió en traficante. Según esta película, también trabajaba para la CIA, por lo que Domhnall Gleeson se acerca a él en un bar y lo recluta para tomar fotografías sobre Colombia mientras se hace pasar por un CEO de aviación. Atrayendo la atención de un joven Pablo Escobar y sus compinches, Seal es reclutado por ellos y empieza una triple vida que es ciertamente entretenida de ver.
Liman mina la historia en pro de una comedia familiar pero divertida –Seal huye de la escena de un accidente en una bicicleta infantil, cubierto de polvo blanco– aunque nunca alcanza las alturas cómicas de los clásicos de ascenso y caída como 'Goodfellas' o 'The Wolf De Wall Street'. Parece que nadie se coloca con su propia mercancía, lo que parece poco probable, y otra pequeñas cosas menos creíbles, como su mujer mucho más joven (Sarah Wright) y las camisas y pantalones ajustados de los 70 que le van perfectos a Seal.
En el momento en que la película llega a los años 80, se pone en modo predecible. Tom Cruise es bueno, pero es difícil olvidar que es Tom Cruise –y es difícil no preguntarse si Matthew McConaughey hubiera sido aún más divertido.