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María tiene un sueño: quiere ser santa. Es un acto de amor, de generosidad ante Dios para salvar a su hermano, a toda costa, aunque tenga que ofrecer su vida a cambio. Será una decisión irrevocable, sin retorno, y el camino que emprenderá será largo y tortuoso, como el que siguió a Jesús durante su calvario hasta la cruz. El director alemán Dietrich Brüggemann compone una cinta ascética dividida en catorce capítulos rodados a través de una serie de planos secuencia de un rigor y una rigidez insobornables, alrededor de la estricta educación y moral religiosa, castrante y fundamentalista. Un cuento en forma de parábola dolorosa y llena de un humor ansioso que nos introduce en el desconcierto adolescente a la vez que realiza una compleja disección de las contradicciones que implica el sacrificio y el viacrucis ético y espiritual en medio del vacío de fe. Una película que consigue que sus hallazgos formales no queden invalidadas por su fuerte discurso religioso.