[title]
'De óxido y hueso' es tan improbable como cualquier melodrama clásico de Hollywood. ¿La historia de amor entre una Bella mutilada por una orca y una Bestia con la sensibilidad de una piedra pómez? Tan aficionado a los personajes que transforman su rabia contra el mundo en una pasión al límite del abismo, Jacques Audiard parece sentirse como pez en el agua entre los músculos y las prótesis de una relación incómoda, en la que héroe y heroína deben aprender de la ternura oculta y la necesidad de afecto del uno por el otro. Marion Cotillard, amputada digitalmente, concentra la emoción de un personaje de lo más extremo con una intensidad silenciosa, tan convincente como la de Matthias Schoenaerts haciendo de pedazo de carne educado para la supervivencia. Menos inspirado que en 'De latir mi corazón se ha parado' (2005) y 'Un profeta' (2009), Audiard no logra evitar que la trama se le escape de las manos, y la resolución de esta atracción fatal acaba siendo más bien ridícula.