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Al cine americano no se le puede negar la facilidad de acercarse a su historia más reciente, cuando las heridas aún escuecen. Peter Berg ya había hecho 'Marea negra', una película sobre el derrame de petróleo en el Golfo de México. Ahora, con 'Día de patriotas', relata los hechos del 15 de abril del 2013, cuando dos bombas explotaron en la maratón de Boston. Lo hace con una mezcla de thriller y realismo, salpicando las imágenes de algunos documentos reales. Deja que el tiempo se dilate, cuando todavía reina la normalidad y antes del ataque, y no le tiembla el pulso a la hora de mostrar, con crudeza, las consecuencias del atentado. Su película es un elogio del heroísmo del colectivo, una celebración patriótica. Si olvidamos este homenaje a la bandera, la podemos encontrar interesante.