A Rafael Corral, joven diputado socialista, le comunican la repentina muerte de su amigo Víctor Velasco. Pese a que le aconsejan no ir al entierro por motivos políticos, él decide asistir. En el cementerio coincide con Laly, una antigua compañera con la que recuerda la personalidad de su amigo desaparecido y la historia que compartieron con él durante las elecciones de 1977.