Time Out en tu buzón de entrada

El País de las Maravillas

  • Cine
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Les Merveilles
Publicidad

Time Out dice

3 de 5 estrellas

Es verano en la Toscana. Una familia de apicultores trata de mantener viva su economía apostando por un cultivo tradicional y rechazando la industrialización. Tienen cuatro hijas, y la Gelsomina y la Marinella, las más mayores, se divierten haciendo coreografías cómplices; como si las niñas de 'Cría cuervos' cambiaran Jeanette por la radiofórmula italiana. El padre, Wolfgang, tiene un genio furibundo, pero ama a su familia con vehemencia, y sueña regalarles un camello. La madre, Angelica, está harta y quiere hacer las maletas. Coco, la hermana del padre, vive con ellos. A ratos parece la más sensata, y en otros le cogen arrebatos de sonada. También hay un joven delincuente en proceso de reformarse a quien Wolfgang toma como pupilo, tal vez para suplir el hijo que nunca ha tenido. Ah! Y Monica Bellucci, presentadora del concurso 'El país de las maravillas', que busca la familia más auténtica y rústica de la región ...

'El país de las maravillas' carga el peso de muchos personajes, y también hincha el pecho para respirar el mismo aire de neorrealismo mágico que el Fellini de 'La strada' (en este sentido, el nombre de la niña protagonista resulta una pista inequívoca). Todo ello quizás es demasiado para una película que se nos presenta grácil como si estuviera a punto de alzar el vuelo. Cuando Alice Rohrwacher se pega a la Gelsomina todo fluye, haciendo que la mirada del espectador se encuentre con las emociones contradictorias de esta niña aadolescente. Pero cuando los personajes se disfrazan para evocar el antiguo imperio etrusco y las sombras se ponen a bailar en sueños, el esperpento y la belleza adquieren un sabor espeso, forzado; como si la directora hubiera querido tirar del relato para incluir estas imágenes a cualquier precio. La magia se aparta, pero Rohrwacher finalmente consigue dejarnos el sabor de dos instantes de aliento misterioso: las abejas saliendo de la boca de Gelsomina, y un final donde la vida se desvanece mediante un simple movimiento de cámara.

Escrito por Gerard Casau
Publicidad
También te gustará