Time Out en tu buzón de entrada

El veredicto (Het Vonnis)

  • Cine
El veredicto
Publicidad

Time Out dice

Cuando Clint Eastwood se puso al frente del proyecto que conduciría en 'Gran Torino', sabía muy bien cual era el gesto que llenaba de nobleza aquella historia: dotar de una pose reflexiva a la figura del justiciero urbano; un temperamento que imbuyera sus acciones de una moralidad diferente de la del ojo por ojo imperante en las películas de Charles Bronson y compañía, incluidas las que el propio Eastwood había protagonizado en la piel del Harry Callahan.

En el fondo, 'El veredicto' no se aleja demasiado de estos planteamientos, ya que explica el caso de un hombre desesperado, que mata al asesino de su mujer después de ver cómo un tecnicismo legal absuelve al criminal. Pero en vez de en focar el lado más tormentoso del relato, el director Jan Verheyen prefiere esconder todo rastro de viscelaridad bajo la fría y respetable piel de un drama de juicios, que pretende cuestionar los mecanismos y los vacíos de la ley.

La sanguinolenta filosofía de retribuciones propia del justiciero urbano, destinada a satisfacer los impulsos más primarios del espectador, da paso a una fórmula más discursiva, con el matiz provocador de un debate televisivo. Lamentablemente, Verheyen se siente demasiado a gusto acariciando la tragedia y exagera sin necesidad (no tiene ningún problema en liquidar a la hija del protagonista, simplemente para subrayar que nos encontramos ante un hombre que lo ha perdido todo). Por otro lado, la forma sesgada con la que administra la información, retrasando y fragmentado la visualización del acto vengativo, recuerda en exceso la retórica de un abogado que trata de manipular la simpatía del jurado hacia su cliente.

Escrito por Gerard Casau
Publicidad
También te gustará