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Hay películas de Hong Sang-soo que funcionan como un espejo partido que nos obliga a observar sus simetrías y sus rimas. Hay otras que, igualmente divididas, se convierten en una cámara de ecos, puestas en abismo de una ficción que se debate entre la realidad y el sueño. 'En la playa sola de noche' pertenece a esta categoría: una parte pasa en Hamburgo, la otra en Corea, y una chica las atraviesa como un fantasma. El sentido lúdico de su cine es sustituido por una melancolía dolorida, que nos muestra a la víctima de un desamor en carne viva, interpretada por una magnífica Kim Min-hee, la actual pareja del cineasta, factor que añade una misteriosa capa de significado a la relación que, en el film, su personaje mantiene con un director de cine. Hacía tiempo que una carta de amor a una actriz no resultaba tan amarga.