Francisco, el padre Jorge

No nos dejemos deslumbrar por el nuevo progresismo vaticano. Este nauseabundo biopic del papa Bergoglio es lo que promete: una estampita episcopal adoctrinadora que quiere hacer propaganda de las recién adquiridas virtudes de la iglesia católica, escondiendo el lobo bajo una piel de oveja. Podemos estar contentos de tener un Papa moderno que baila tangos y perdona el pecado del aborto. Pero lo último que necesitamos ahora mismo es acumular material didáctico para los cursos de catequesis, ni zanahorias para arrastrar a los descreídos a misa. Beda Docampo intenta convencer al agnóstico y convertir al infiel, haciendo uso de un discurso casposo que viene a decir que en la casa del señor incluso el ateo encuentra consuelo. Lo que pasa es que dudo que nadie caiga del caballo con una película tan fea.