Hipócrates

Estamos acostumbrados a ver médicos y hospitales en las series de televisión, y de vez en cuando en el cine. Pero a lo que no estamos acostumbrados es a ver médicos y hospitales creíbles, verosímiles. Al terminar la proyección de 'Hipócrates', me preguntaba qué tenía de especial este film pequeño, sin misterios, con una carga social de denuncia del sistema sanitario (francés o español, da igual) que utiliza el humor para hablar de cosas muy serias. Encontré la respuesta cuando me enteré de que el director Thomas Lilti es médico. Lilti habla de cosas que conoce de primera mano y precisamente esto hace que esta historia de médico joven e inocente, médico adulto que busca su camino manteniendo la dignidad y médico viejo que ya no tiene dignidad sea tan cercana. Los personajes no son estereotipos ni caricaturas, sino seres de carne y hueso con todo lo que ello implica: inseguridades y miedos.