[title]
"No veo nada", dice el marido, justo cuando su mujer apaga la luz de la habitación. "Este es el problema, que no ves nada". En este juego de réplicas está la clave de 'Juegos de familia', la historia de una mujer que ve cómo su matrimonio se va por el desagüe y que decide inventarse un amante para llamar la atención de su marido. El resultado se corresponde más bien al de una película vieja. Las interpretaciones resultan artificiosas, y los diálogos y los personajes no dejan espacio a la espontaneidad. Así, el retrato de las complejidades familiares de 'Juegos de familia' queda en el chiste grosero. Banaliza la crisis vital de la mujer, un tema que se repite por ejemplo en 'El porvenir', la excelente película de Mia Hansen-Løve, que también está en cartelera estos días y que sin duda entiende mejor las sutilezas de la condición humana.