La camarera Lynn

En materia de BDSM, el cine nos ha enseñado cosas muy fuertes. Desde lo que vio Kyle MacLachlan encerrado en el armario de 'Blue velvet' hasta Maggie Gyllenhaal meándose en el vestido de novia en 'Secretary', aquel mito para todos los amantes del sexo extremo. Desafiando el boom de las 'Cincuenta sombras de Grey', aquí tenemos una propuesta teutona dotada de un esteticismo algo sacarínico y, al mismo tiempo, un olor encantador a fricada que recuerda ciertas comedias de Whit Stillman como 'Damiselas en apuros'. Partiendo de la máxima del 'cuanto más extraño, mejor', nos cuenta las aventuras de una camarera de hotel que se esconde debajo de la cama de una de las habitaciones para espiar las exuberantes preferencias sadomasoquistas de uno de los huéspedes.