La jungla: Un buen día para morir

Quizás porque Bruce Willis comienza a participar en violentas y algo alocadas parodias del viejo actioner de los 80-Los mercenarios 2 - o en thrillers desmitificadores y satíricos-RED-, parece que ha llegado la hora de jubilar a John McClane, el héroe de la serie La jungla, que debutó en 1988 a manos de John McTiernan y que tocó fondo con la mediocre La jungla 4.0 (2007). Por ello, el plato fuerte de La jungla: un buen día para morir es la presentación de Jack McClane, hijo del deteriorado McClane Sr., un agente de la CIA fuerte como un roble que, junto con su papá, se dedica a zurrar a todo tipo de terroristas en las calles de Moscú. Es la nostalgia por la Guerra Fría, el jugoso trasfondo ideológico de tantos actioners... Nos olemos que se trata de un relevo generacional, de un lifting de la franquicia. Aparte de eso, nada nuevo: espectaculares persecuciones, intercambio de disparos, puñetazos, acrobacias y la glorificación del héroe, solitario e invulnerable, para liderar el choque sin matices entre el bien y el mal.