La profesora de historia

Basada en un caso real, no podría ser más irreal. Una profesional de la enseñanza abnegada se propone redimir una clase, multicutural y rebelde, implicando a los alumnos en un trabajo sobre los campos de exterminio nazis. Todo parece de plástico, desde los adolescentes-malotes-pero-comprensivos hasta la imagen que da del Holocausto, estereotipada y convencional. Y lo peor es que pretende enganchar a la audiencia mediante trucos sentimentales groseros como lágrimas por los niños asesinados y hasta un suspenso final alrededor de un premio que los compensará a todos. Todo vale. Un film con pretensión progresista y comprometida que adquiere la factura de los melodramas de Hollywood más llorones.