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Mi primera boda

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Mi primera boda
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Time Out dice

No hay nada peor que una comedia sin ritmo, y aquí tenemos un ejemplo flagrante. Por mucho menos he oído detractores de Billy Wilder quedarse a gusto con películas que a mí todavía me parecen incuestionables, como 'Irma la dulce'. Ninguno de ellos ahorrará un solo desprecio ante este penosa boda accidentada, tópica hasta límites medulares. De la alianza extraviada a una novia punky vestida con enaguas y corsé porque se le ha roto el tutú angelical del Pronovias, pasando por un pastel de cuatro pisos hundido, una pelea interminable entre católicos y judíos y el macho salido de turno que no hace más que echar fichas a ver si cae alguna dama de honor. ¿Es el matrimonio una institución conservadora? A saber, quizá sí. Pero hoy por hoy tengo cosas más importantes en que pensar. ¡Vaya lata!

Escrito por Josep Lambies
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