Misericordia (Los Casos del Departamento Q)

El consumo masivo de una cierta literatura ha acabado difundiendo una falsa imagen de la serie negra del norte de Europa. Y en este sentido nada mejor que ver una película como 'Misericordia' para ratificarlo. La excusa es sacar a la superficie la suciedad real de la limpia sociedad escandinava. Pero el mecanismo narrativo resulta apolillado, lleno de los tópicos más histriónicos para explicar una historia mecánica y mimética. ¿La excusa? Un policía borde y desobediente se obsesiona con resolver un caso de una mujer desaparecida hace cinco años. Ignorando sutilezas, el director Mikkel Norgaard narra sin ningún rigor ni voluntad de estilo, y el resultado es tan impersonal como esquemático, tan correcto y ramplón que acaba contradiciendo sus propios propósitos.