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No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

  • Cine
No culpes al karma
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Time Out dice

Sara quiere que todo salga perfecto durante la visita de su novio, que lleva un año fuera. Antes de su llegada, su vida se convierte en un caos.

No hay peligro más feo para una comedia romántica que hacerse patética a ojos del espectador. Nos lo enseñaron los maestros de la 'screwball comedy' -pongamos por caso Howard Hawks en 'La fiera de mi niña'-. Sin tono ni ritmo, sin gracia ni ninguna ocurrencia que salga del lugar común, la nueva película de María Ripoll es un bodevil de medio pelo, relleno de personajes estereotipados y plumas de loro que camufla con histeria y un sentido del ridículo declarado en huelga la poca originalidad del artefacto. Verónica Echegui no se cree el papel ni por un segundo, e intenta suplirlo con una hiperactividad que crispa los nervios. Y David Verdaguer procura salvar los muebles poniendo el piloto automático y escondiendo la vergüenza tras su frondoso bigote. Mientras tanto, el público se siente cada vez más incómodo en la butaca. Si el título ya os da mala espina, media vuelta y para casa.

 
Escrito por
Josep Lambies
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