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La historia es muy simple. Los monjes de una pequeña comunidad se ven obligados a vender su monasterio para hacer un parador turístico. La única posibilidad de salvarlo es ganar la Champions Clerum, un campeonato de fútbol sólo para religiosos con final en el Vaticano. Para ello, un joven sacerdote recién llegado de África, se dispone a convertir a estos monjes en auténticos jugadores de fútbol. Comedia costumbrista llena de lugares comunes sobre los religiosos y sus problemas, 'Que baje Dios y lo vea' es un ejemplo de un cine supuestamente popular que no tiene claro quién es su público. Ni la presencia de actores como Karra Elejalde, Alain Hernández y Tito Valverde puede salvar una película que parece salida del peor cine español de los años 60.