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'Small Time' es una expresión inglesa que se podría traducir como: "vivir sin ambiciones", conformista, incluso mediocre. De eso habla esta tranquila película que no debe confundirse con una comedia tonta. 'Small Time' no es ni tonta, ni comedia. O en todo caso sería una comedia moral. Un padre divorciado, vendedor de coches, se siente feliz cuando su hijo de 18 años decide dejar de estudiar y dedicarse a trabajar con él. Pero eso no le impide ver que esta no es la vida que quiere darle. Ambos deberán entender que lo que quizás ha sido bueno para uno de ellos no es lo mejor para el otro. Lo más interesante de esta película pequeña, pero no mediocre, es el tono con el que está contada esta historia de crecimiento y de memoria.