Time Out en tu buzón de entrada

Tierra firme

  • Cine
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Tierra firme
Publicidad

Time Out dice

4 de 5 estrellas

El director de '10.000 km' vuelve a unir a David Verdaguer y a Natalia Tena en una película que pasa en un barco en Londres

Durante una cena íntima y familiar, Kat discute con la madre de su novia, que no entiende cómo lo harán para tener un hijo, las dos, con el esperma de un amigo. La madre, interpretada por una Geraldine Chaplin que sabe otorgar sabiduría y excentricidad al personaje, no acaba de ver claro el encaje y se ofrece para ser ella misma quien pague la clínica y el donante. La escena, sencilla y emotiva, define la capacidad de 'Tierra firme' de retratar las heridas, las distancias y la fragilidad de los vínculos de la vida. También delimita el discurso de una película sobre el impulso de ser madre, sobre estructuras familiares alternativas, sobre la incapacidad para asumir la edad adulta y sobre las maneras de entender la vida de una generación, la que ahora ronda los 30 años, eternamente inmadura.

El título de la película sirve de metáfora, ya que Kat y Eva, las protagonistas, viven en un barco anclado en medio de Londres, un lugar que permite al director, Carlos Marqués-Marcet, convertir el paisaje de aguas verdes de un canal inglés en un estado de ánimo. Marqués-Marcet no tiene miedo a la hora de dejar la cámara con los personajes, interpretados con una naturalidad deliciosa por Natalia Tena, Oona Chaplin y David Verdaguer. Responsable de '10.000 km ', otra película sobre las distancias emocionales, Marqués-Marcet consigue tocar una verdad, la de unos protagonistas que parecen surgidos de la vida misma, con sus contradicciones y con sus encantos.

Escrito por
Violeta Kovacsics
Publicidad
También te gustará