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Turbo Kid

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Turbo Kid
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Time Out dice

Por encima de cualquier otra consideración, 'Turbo kid' sería el paradigma de monstruo surgido del sueño nostálgico. Y es que sólo hay una cosa que mueva esta película: el fetichismo por los 80 y su estética de videojuego primitivo. No hay otro motor dramático, ni voluntad de comunicar algo. La literalidad con que los autores vierten a la celebración retro llega al punto de no advertir la ironía que implica convertir esta década en el escenario de un cataclismo que pone el punto final a la civilización ya la cultura. La inversión emocional de una parte del público en el 'tema' ha conseguido que esta cinta modesta y más bien desastrosa se convierta en todo un fenómeno en los festivales donde se ha proyectado. Pero la complacencia acrítica no tapa el hecho de que la única alegría de 'Turbo kid' se encuentra en la gozosa interpretación de Laurence Leboeuf.

Escrito por
Gerard Casau
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