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Una noche de 1979, los Strezlks y los Kretzels, dos familias de la República Democrática Alemana, consumaron una fuga inverosímil: atravesar la frontera que separaba la Alemania del Este de la del Oeste, sobrevolándola con un globo aerostático de fabricación casera. Hollywood no tardó en ver el filón, y en 1982 se estrenó 'Fuga de noche', una cinta producida por Disney que dramatizaba el asunto. En el país de origen de la proeza hubo quien frunció el ceño ante el film, dolido quizá porque los Estados Unidos habían hecho suya una historia puramente germana. 'Viento de libertad' es la tardía respuesta a la apropiación: una película autóctona y de aspiraciones comerciales, dirigida por Michael Herbig, una personalidad muy querida de la industria local del espectáculo. Pero el realizador parece no saber cómo afrontar el hecho de que el desenlace sea –más o menos– vox populi, e hincha cada escena de tensión artificial, abusando de una banda sonora grave y marcial, que niega su esencia íntima y doméstica