Para ser gamberro en teatro hay que ir contra la definición misma de lo que se supone una 'gran' obra: en estas 'crónicas' José Padilla ha hecho lo que le ha dado la santísima real gana, ¡y cuánto se agradece, cuánto!
Porque el teatro es reivindicación y lucha, pero también, y por encima de todo, entretenimiento: sin escandalizarnos, que eso ya lo decía Bertolt Brecht. En escena hay que cultivar el arte de mantener la atención de un grupo de personas, bien sea a través de un ritual catártico... o a través de unas igualmente catárticas risas. Parece que el teatro se está cansando de pronunciar discursos profundos en salitas vacías y tiene ganas de jugar, algo de lo que hay mucho en estas 'Crónicas'.
El elenco alterna a Ana Varela con María Hervás, en mi sesión estuvo esta última, y una no puede evitar ver a Iphi (es el precio que hay que pagar por una interpretación mítica), pero sin lugar a dudas Hervás también domina el tempo de comedia. El resto del elenco, estupendo, ajustado, jugando al máximo; si me permiten la reflexión general, creo que el audiovisual español no hace justicia al enorme talento actoral que semana tras semana veo en los escenarios. Mención especial merece la extraordinaria elegancia interpretativa de Cristóbal Suárez: facilidad en la sobriedad y el histrionismo, control corporal, presencia, voz, actitud. Por momentos parecía el Cary Grant de 'Arsénico por compasión'.
Si hemos de poner 'peros' a esta propuesta, son dos, sencillos, pero claves: el primero es que incumple la expectativa primigenia, la existencia de un hilo conductor. Sanchidrián no articula nada dentro de la dramaturgia, no es sino un personaje más. Accedo a lo largo de la representación a dejar de esperar su reaparición, pero a regañadientes... El segundo es hacernos entender por qué se mezclan géneros. Los frikis tienen muy claro que una cosa es la fantasía, otra el folklore, otra la ciencia ficción, otra el giro de guion para cambiar de justificación, otra el homenaje estilístico... y la mezcla que realizan estas 'Crónicas', que a los más profanos les da igual porque les gusta la comedia y punto, puede poner nervioso a alguien con un poco más de bagaje.
Que estas objeciones no desactiven el gamberrismo, por favor, que andamos muy necesitados.
Texto y dirección: José Padilla. Intérpretes: Laura Galán, María Hervás, Antonia Paso, José Juan Rodríguez, Cristóbal Suárez, Ana Varela y Juan Vinuesa.