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El Callejón

  • Cine
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

3 de 5 estrellas

En su dilatada trayectoria como crítico cinematográfico, Antonio Trashorras nunca ha escondido su predilección por aquellas películas que no piden permiso (ni perdón) a la hora de emprender un viaje hacia territorios maravillosos y desconocidos, vengan firmadas por Dario Argento o Mario Bava, David Lynch o Jacques Demy, Guy Maddin o Brian de Palma. Así, no debería sorprendernos que su debut en la dirección propine una patada a las expectativas ligadas a la típica suma de chica indefensa y psicópata implacable.
"Para mí, el cine en general es un estado de sueño-me explicaba Trashorras en el festival de Sitges de 2011, donde 'El Callejón' tuvo su estreno mundial-. No puedo concebir sin una dosis de imaginación y de alejamiento de la realidad. Son imágenes gigantescas, bidimensionales, que aparecen ante ti por un proceso que tiene mucho de fantasmal y onírico ... Todo lo que he leído, todo lo que he visto y contemplado me lleva a desligarme de la lógica ".
Tras unos títulos de crédito que pasan cuentas con el terror ye-yé y de un breve bloque introductorio que juega visualmente con la demencial arquitectura de Benidorm, el director cierra a su protagonista (una Ana de Armas convincente en el rol de scream queen) en el reducido espacio de una lavandería y pone en marcha un juego del gato y el ratón con más de una pirueta imprevista. Eficaz en su vertiente de slasher "de cámara" conciso y humilde, 'El Callejón' lo da todo cuando se deja llevar por la digresión, como cuando introduce una larga e inesperadamente creíble y cálida escena de diálogo y flirteo entre presa y cazador.
O, sobre todo, cuando propone un desenlace insano, susceptible de expulsar de la sala a los espectadores que no estén dispuestos a jugar. Son los (bienvenidos) riesgos y las irregularidades que conlleva prescindir de la ironía y del ingenio posmoderno (advertencias tranquilizadoras para crítica y público) y concebir un acto de fe absoluta en las posibilidades del relato fantástico y de terror por lo irracional.

Escrito por Gerard Casau
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