Ana y el apocalipsis

Cuando a principios de los años 70 George A. Romero filmó una plaga de zombis forzando las puertas de un centro comercial como un grupo de ansiosos compradores la mañana del Black Friday estaba inventándose el monstruo perfecto del consumismo más acrítico y cutre. 'Ana y el apocalipsis' es una comedia musical tipo 'Glee' con toques de terror de serie B, es decir, un 'crossover' deliciosamente desacomplejado, que recupera la mitología del muerto viviente para explicarnos que la Navidad, con todos sus eslóganes de paz y felicidad, con todas las canciones de Mariah Carey y los DVDs de 'Love actually', es un producto publicitario ideado para vender muchas Termomix. Todo ocurre en un pueblo nevado de Inglaterra, en un instituto, durante una función escolar donde los alegres chicos buenorros del equipo de atletismo se han vestido de Papá Noel sexy, con calzoncillos rojos, tirantes de renos y gorro de borla. Mientras tanto, un grupo de infectados amenazan con entrar y empezar a mordisquearles los pezones. Fantásticos los momentos del muñeco de nieve decapitado, la matanza en la bolera y la imagen de la chica guerrera defendiéndose de una muerte segura con un bastón de caramelo de cristal por arma. Estamos seguros de que os lo pasaréis pipa.