A pesar de estudiar filosofía, Jorge Molder pronto se dio cuenta que su destino estaba ligado a una cámara de fotos. En esta muestra de medio centenar de fotografías se reúne una extensa selección de las obras más importantes de su carrera desde 1990 hasta la actualidad, divididas en diferentes series y donde no faltan sus autorretratos envejecidos. En su trabajo, ligado siempre a otras disciplinas artísticas como la escultura o la pintura, el fotógrafo portugués se sitúa como espectador y crítico de sí mismo y del espacio que le rodea.
En 2010, Molder fue galardonado con el Grande Prémio Fundação EDP / Arte, uno de los más significativos que se conceden en Portugal en el área de las artes visuales. Y la exposición que en esta ocasión acoge el Círculo de Bellas Artes se presentó previamente en el lisboeta Museo Nacional de Arte Contemporáneo.