Este club privado no es como los demás: es asequible -48, 64 o 145 euros al mes-, y muy tecnológico y accesible, porque todo se hace desde una única tarjeta de pago vía app: desde el grifo para servirte una cerveza, hasta la nevera para tomar un sándwich, la reserva de la sala para echarte una siesta o el acceso a las duchas. Y todo en formato autoservicio.
Como cualquier club, Around nace con la idea de que sus socios puedan ir a estar y a trabajar en cualquier momento del día, desde el desayuno al afterwork. Algo así como si fuera un espacio de co-working, pero más hogareño, casi como si fuera nuestra casa, nuestro espacio de trabajo y de encuentro con los amigos. Por eso sus socios se mueven con total libertad por esta casa y sus diferentes salas. Porque la idea es "convertir un club privado en una comunidad, en un espacio relajado" cuentan desde la organización. Algo que aleja mucho del concepto elitista que rodea este tipo de clubs.
Está dividido en dos pisos, donde se mezclan estilos coloniales, tropicales y hasta aspecto de salón de té británico: en la primera está la barra, un espacio chill y una cocina para tomar un café, un zumo o picar algo en plan healthy. "Cada socio tiene derecho a una consumición de café y agua al día, si quiere más solo tiene que cogerlo y pagarlo. Confiamos en que así sea".
Y en la planta de arriba hay varias salas de trabajo, duchas, sala de siesta y corner de sastrería a medida, para quien quiera acudir a una cita de trabajo con un toque más formal. Pero sin pasarse, porque este no es un sitio en el que se exija la corbata. Más bien, "casi te obligan a quitártela". Y eso mola. Como en todos los clubs, el acceso es limitado y no van a aceptar más de 1.000 socios. Una vez superada esta cifra, quizá se abra un nuevo Around... Estaremos atentos.
