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Nos toca una vez más despedirnos de uno de los lugares más emblemáticos de Madrid, defenestrado, como tantos otros, por motivos económicos. Puede que muchos de vosotros no hayáis puesto un pie en su interior nunca, pero seguro que habéis oído hablar del Embassy, el salón de té más famoso de Madrid, y su inconfundible entrada de color verde.
Son conocidos los encuentros entre espías que tenían lugar entre tazas de té y emparedados durante la Segunda Guerra Mundial y los años posteriores, y eso que por aquel entonces solo llevaba unos pocos años funcionando, desde que la irlandesa Margaret Kearney Taylor decidiera abrir sus puertas en 1931.
Desde entonces, ha sido un acogedor lugar de encuentro donde señoras mayores con abrigos de visón se reúnen cada tarde para merendar, donde jóvenes clientes se llevan algo para picar a casa, donde famosos de todo tipo, desde actores de Hollywood hasta ministros, debatían sobre la actualidad o simplemente comentaban sus quehaceres.
Al parecer el motivo del cierre, que se ejecutará a final de este mes de marzo y que implicará el despido de al menos 40 empleados, es la compra del edificio por un inversor que no ha tenido tan en cuenta el valor histórico del Embassy como su balance de ingresos y gastos. Por cierto, la marca en sí no desaparece ya que seguirán abiertos sus locales de la calle Potosí, la Moraleja y Arvaca además de su tienda online. Aun así, es una lástima tener que decir adiós a otro pedazo de la historia de Madrid.
*Actualización: a las pocas horas de que los empleados confirmaran el cierre del local, la empresa emitió un comunicado desmitiéndolo y asegurando que está buscando "distintas fórmulas empresariales" que permitan hacer "viable" la empresa.
