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Tras más de 20 años cerrada al público, llenándose de polvo y graffitis y deteriorándose mes a mes, por fin la antigua Estación del Norte va a recuperar su esplendor. Aunque esta vez no serán los trenes los que circulen por su interior, sino espectadores, comensales y artistas. El edificio principal, de estilo art decó, fue construido en 1928, y a partir de finales de 2017 se convertirá en un nuevo referente cultural, gastronómico y de ocio en Madrid. Al menos, esa es la intención.
Su nave central se convertirá en el Gran Teatro Príncipe Pío, con un aforo cercano a las 1.600 butacas y con una capacidad de 2.500 personas para conciertos. Sus torres se aprovecharán como espacios educativos y culturales, albergando una sede de la prestigiosa escuela Professional Performing Arts School de Nueva York en una de ellas, mientras que la otra acogerá un restaurante con estrellas Michelin, un mirador, una cafetería y una terraza. Detrás de este megaproyecto se encuentran Santiago Segura, Luis Álvares y José Mota, junto con la promotora Wonderland Capital, y el coste total de la iniciativa será de unos nueve millones de euros.
Aunque las obras parecen que marchan a buen ritmo, de momento solo podemos contemplar la primera fase: la instalación de la primera Spiegeltent de Madrid. Importada de Holanda, se trata de una inmensa carpa de casi 30 metros cuadrados de diámetro construida en madera, decorada con espejos, telas y vidrieras, al más puro estilo barroco cabaretero. Con capacidad para 600 espectadores, ya cuentan con varios espectáculos en su programación. Además, también se ha creado ya un espacio dedicado al arte urbano al estilo de otros países como el 798 de Pekin o el Wynwood en Miami.
