Emma Suárez: "Hacer una película de atracos es divertidísimo"

Estamos acostumbrados a verla haciendo papeles muy íntimos, delicados. Todavía la recordamos en 'Julieta', con la cabeza bajo una toalla, lánguida, mientras dos muchachas le secaban el pelo mojado del baño. O abrazando a Àlex Monner en una estación de esquí en 'La próxima piel'. Pero hoy Emma Suárez habla de adrenalina, de pistolas, de una bolsa de deporte llena de billetes. Todo esto encontraréis en '70 binladens', de Koldo Serra, una película sobre el robo de un banco.

¿Es divertido hacer una película de atracos?
Hacer una película de atracos es divertidísimo. Desde que en Koldo me llamó para ofrecerme este papel supe que me lo pasaría muy bien. Es un director brillante, un tipo con mucho talento, y un gran cinéfilo. Le encantan las películas de acción coreanas, por ejemplo. Me dio buenas pistas para ir encontrando el personaje, Raquel, una mujer enigmática, muy cerebral y muy inteligente, que hasta el final no sabemos muy bien qué esconde. Lo más complicado de '70 binladens' era seducir al espectador desde el misterio y la frialdad.

¿Cuáles fueron esas pistas que te dio?
Me hizo revisar algunas películas maravillosas, como 'Tarde de perros' y 'Jackie Brown'. Enseguida vi que tenía que trabajar este papel desde un lugar que no era emocional, sino mental. Me concentré mucho en los ojos, en el movimiento de la mirada, desde la precisión y el autocontrol.

Casi toda la película ocurre en un solo espacio, una sucursal bancaria retenida por dos asaltantes. ¿Cuál era el ambiente de rodaje?
Rodamos en los interiores de un banco de verdad, en Bilbao, acondicionado como set, pero con unos colores naturales, unos tonos como de luz de oficina, mesa de madera y moqueta que hacen pensar en la atmósfera de los thrillers de los años 70. Koldo quería que la película tuviera esta memoria de cine. Y a los actores esto nos ayudó a encontrar el tono.

La caracterización del elenco también va en esta línea. A ti te vemos, por ejemplo, con una peluca castaña, muy Hitchcock.
Lo que es impresionante es lo que han hecho con Nathalie Poza, que hace de atracadora con Hugo Silva. Ambos aparecen desfigurados. Ella tiene un ojo de vidrio y la cara llena de cicatrices. Está inidentificable.

Ella es la atracadora y tú la rehén, pero pronto se crea una complicidad entre las dos.
Hay un pacto silencioso entre mujeres, cosa que para mí fue muy estimulante. Se necesitan, se alían y diseñan un plan conjunto para ayudarse. De alguna manera, yo he visto a mi personaje como una heroína, que actúa a contrarreloj, dispuesta a todo para lograr su objetivo.