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A partir de este miércoles, la calle Velázquez será de doble sentido. Es la primera consecuencia de las obras de desmontaje del scalextric de Joaquín Costa, que comienzan este lunes en el tramo de Príncipe de Vergara y se prolongarán durante cuatro meses.
El pasado mes de febrero, el Ayuntamiento detectó una serie de daños estructurales graves en la infraestructura. En concreto, unas fisuras longitudinales que llevaron a los técnicos municipales a determinar que la plataforma había llegado al final de su vida útil y corría serio peligro inminente de colapso tras medio siglo de existencia. En ese momento, y a modo de medida preventiva, se procedió al corte de un carril por sentido en el puente.
Durante la primera fase de las obras se cerrarán al tráfico todos los carriles de circulación situados tanto sobre la estructura como debajo de ella, así como los viales inferiores laterales del puente, permaneciendo habilitado únicamente el carril exterior de cada sentido de circulación para residentes, vehículos autorizados y servicios de emergencia. Del mismo modo, se abrirán pasos de cebra provisionales con el objetivo de favorecer la movilidad de los vecinos. El Ayuntamiento también baraja la posibilidad de que en la primera quincena de agosto esté listo un paso peatonal entre las calles de López de Hoyos y Príncipe de Vergara, bajo el viaducto, cuando esa parte esté sostenida por una estructura que aguante su peso.
En una segunda fase, y de manera progresiva, se irá cerrando el tráfico en:
- El paso inferior de Francisco Silvela desde Avenida de América.
- El paso inferior de República Argentina sentido Francisco Silvela.
- El paso inferior de la calle Joaquín Costa bajo la Plaza de República Argentina en sentido Avenida de América.
- Joaquín Costa desde su cruce con Velázquez.
- Príncipe de Vergara, desde el cruce con María de Molina hasta el cruce con López de Hoyos.
- López de Hoyos, desde su cruce con María de Molina hasta su cruce con Príncipe de Vergara.
Por el momento, se desconoce cuál será el nuevo proyecto y la alternativa de movilidad una vez finalicen las labores de desmontaje, aunque se espera tener una solución aproximada en dos semanas. Lo que sí se descarta es un nuevo «scalextric» o un túnel por las infraestructuras existentes y la presencia del Metro. «Se están estudiando soluciones en superficie que garanticen una movilidad sostenible», indicó Almeida. También se está estudiando una posible reducción de carriles o la implantación de un carril bici. El contrato de emergencia de las obras ha sido adjudicado a la empresa Dragados, por un importe de nueve millones de euros.