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Buenas noticias para la cultura madrileña. Por una vez (y esperamos que sí sirva de precedente), un edificio histórico de la capital destinado al uso cultural va a ser remodelado para seguir desarrollando la misma actividad, en lugar de convertirse en una tienda de ropa o el un hotel. Se trata del Palacio de la Prensa que, tras una reforma integral con la que se recuperará la fachada histórica de este edificio de 1924 (y declarado Bien de Interés Patrimonial), se convertirá en un teatro polivalente. La otra buena noticia es que los cines no solo no van a desaparecer, sino que se van a mejorar.
La idea es remodelar el interior del edificio íntegramente (en realidad, lo que permita el nivel 2 de protección de Edificios Protegidos del catálogo municipal con el que cuenta el Palacio de la Prensa), aumentando su capacidad hasta 2.455 asistentes entre la parte destinada a cine y la de teatro. Así lo ha anunciado el Ayuntamiento de Madrid, con el firme propósito de recuperar el espíritu del edificio por el que el paso de los años ha ido haciendo mella.
Junto a la remodelación de las salas de cine, la planta baja (actualmente discoteca) será la que más cambie, pues se convertirá en un espacio recreativo de uso polivalente. Mientras que lo más llamativo de la reforma afectará sobre todo a la entrada del cine, que volverá a situarse en la parte posterior de las calles laterales (Miguel Moya y Tudescos).
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