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Mirar al cielo y contemplar las estrellas ha fascinado al ser humano desde siempre. Quizá por eso sentimos algo especial, una conexión con nuestra propia esencia, cuando asistimos a espectáculos como el que nos brindan las llamadas lluvias de estrellas.
Este mes de julio podremos disfrutar de uno de esos fenómenos: las Delta Acuáridas. De hecho, será esta misma noche, la del 28 al 29 de julio, cuando alcancen su máximo apogeo.
El espectáculo continuará durante los próximos días. Incluso es posible que haya otras dos fechas igual de óptimas para verlas en todo su esplendor: las noches del 2 y el 4 de agosto, dado que esos días estará más próxima la luna nueva.
Las Delta Acuáridas, que toman su nombre de la Constelación Acuario, provienen del cometa 96p/Machholz. Viajan a gran velocidad (unos 15.000 kilómetros por hora), y se las reconoce porque dejan colas de gas tras de sí. Para verlas, lo más apropiado es desplazarnos a un lugar oscuro y en el que existan pocos obstáculos en el horizonte.
La otra gran lluvia de estrellas del verano tendrá lugar en agosto. Serán las populares Perseidas o lágrimas de San Lorenzo, que alcanzarán su punto álgido entre el 9 y el 12 de agosto.
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