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Enfrente de la Vía Láctea, es decir, en todo el meollo malasañero, los chicos que resucitaron el bar Melo´s de Lavapiés traen la sucursal adaptada para este barrio. ¿Su nombre? Malos. Pero no porque sea el reverso tenebroso de su hermano sino porque la media de edad es más joven y los horarios dan para arrancar la noche con la primera copa. "Las semejanzas con el de Lavapiés es que es un bar de Madrid de toda la vida, las tapas son casi las mismas, pero aquí se puede empezar", expica Rafael Riqueni.
En su carta, siempre de precios populares, no hay demasiados cambios respecto a la enseña de Lavapiés, excepto las braviolis (patatas con salsa brava y alioli de ajos asados) y una tarta de queso que ya tiene muchos fans. Por supuesto, no faltan los tótems de la casa como la zapatilla de pan de hogaza gallego, lacón y queso de tetilla fundido (en media o entera); los croquetones de lacón; los pimientos de padrón; las empanadillas caseras de bonito, huevo y tomate o la morcilla de Burgos frita.
Recomiendan llamar para pillar sitio porque el local se pone hasta la bandera un día sí y otro también. "Están reservando sin parar porque hay mucho ambiente y estamos enfrente de la Vía Láctea. Tenemos cócteles, copas y cervezas porque en fin de semana alargamos hasta las 2.30h y así puedes estirar un poco la noche después de cenar", comenta Riqueni. "Este local es un poco más grande que el Melo's, pero tampoco mucho más; eso sí, servimos en barra y donde te puedas apañar, ahora, si te quieres sentar mejor reserva con tiempo".
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