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Este domingo se pone fin a la situación que tenía paralizado el Rastro desde hace ya ocho meses. Un tiempo muy largo de tiras y aflojas para centenares de familias que viven de este icónico mercadillo callejero. Tras el acuerdo firmado el pasado viernes 13 de noviembre entre el Ayuntamiento y las asociaciones de comerciantes, regresa este fin de semana y lo hará, claro, con muchas restricciones y vigilancia.
Con 500 puestos, un aforo de 2.702 personas y el respaldo de 150 efectivos de seguridad y emergencias, la vida volverá a bullir en los alrededores de la legendaria Ribera de Curtidores. Los puestos, separados por metro y medio en una superficie de más de 31.000 metros cuadrados, se balizarán con cintas y vallas para permitir el tránsito de los residentes, serán señalizados en la calzada y contarán con un sistema de geolocalización para identificarlos en el plano con su número Covid.
Así quedarán repartidos por el barrio los distintos puestos: 81 en la Plaza de Cascorro, 190 en Ribera de Curtidores, 82 en Vara del Rey, 120 en Campillo del Nuevo Mundo, 16 en Carlos Arniches entre Mira el Río Alta y Carnero y 11 en Mira el Río Baja con Carnero. Del control del aforo se responsabilizará la Policía Municipal, auxiliados por voluntarios de Protección Civil.
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