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22 meses. Es el plazo previsto para que concluyan las obras del nudo norte que acaban de empezar, y cuyo objetivo final es ambicioso: reducir un 70% la congestión de uno de los puntos con mayor densidad de tráfico de la ciudad y de toda España.
A finales del año 2022, una vez terminen los trabajos en la zona, los trenzados que conectan al mismo nivel la M-30, la M-11, la autovía de Colmenar (M-607), la autovía del Norte (A-1) y el paseo de la Castellana serán cosa del pasado. En su lugar se construirán tres pasos inferiores a distintas alturas y uno superior, que unirá el Paseo de la Castellana con la M-607.
"Es una obra emblemática que va a tener efectos muy beneficiosos para la ciudadanía y para la sostenibilidad de la ciudad de Madrid", explicó en su día el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, durante la presentación de las obras. El proyecto cuenta con un presupuesto de 42 millones de euros y fue adjudicado a la empresa FCC.
En la primera fase del proyecto, la que acaba de comenzar, las obras no afectarán al tráfico. Como mucho, habrá pequeños cortes en los márgenes de la calzada tras el periodo navideño, según ha informado el Área de Medio Ambiente y Movilidad de Madrid.
Será a partir del undécimo, con el comienzo de la segunda fase, mes cuando tenga lugar el grueso de la obra: se desmantelará los actuales trenzados y arrancará la construcción de los tres pasos inferiores que lo sustituirán. En este punto, la intención del Ayuntamiento es que el tráfico discurra por diferentes desvíos. Es por ello que el alcalde ha pedido "paciencia" a los madrileños.
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