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La 72 edición de los premios Emmy fue una gala diferente. Debido a las restricciones por el coronavirus, la Academia de Artes y Ciencias de Televisión de Estados Unidos decidió celebrarla de manera íntegramente virtual. Jimmy Kimmel fue el encargado de conducir una gala cuya peculiaridad era que todos los nominados (y premiados) estaban en sus casas.
Si hay que citar a las grandes triunfadoras de la noche, sin duda se trata de ‘Succession’, ‘Schitt’s Creek’ y ‘Watchmen’. La primera se llevó la estatuilla a la mejor serie dramática, tomando así el relevo de 'Juego de tronos'. La segunda dominó con claridad en el terreno de la comedia, mientras que 'Wathcmen' se impuso como la mejor miniserie del año.
En el caso de 'Schitt’s Creek', el mérito es especialmente destacable. La comedia se hizo con el Emmy a la mejor comedia, guión, dirección y los cuatro premios interpretativos. La serie, de factura canadiense, cuenta la historia de los Rose, una familia acaudalada que lo pierde todo después de que su gerente sea condenado por fraude. Su única alternativa es mudarse a un pueblo de mala muerte, Schitt's Creek, donde tendrán serias dificultades para adaptarse.
De 'Succession' poco se puede decir que no se haya dicho a estas alturas. La ficción de HBO, una de las más laureadas de los últimos tiempos, cuenta los avatares de una familia dueña de un imperio de medios audiovisuales y de entretenimiento, y sus disputas (o más bien, puñaladas traperas) por heredarlo. 'Watchmen', por su parte, está basada en el popular cómic de Alan Moore y Dave Gibbons. Un drama de superhéroes sobre el legado de la violencia y los problemas raciales en Estados Unidos.
Otra de las grandes protagonistas de la noche fue Zendaya, que gracias a su trabajo en la aclamada 'Euphoria' fue la intérprete más joven en hacerse con el premio a Mejor Actriz de Drama.
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