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Napolitanas tenían que ser. Pues sí. Esta icónica pieza para las vitrinas de La Mallorquina tiene estos días nuevas versiones de la mano de Oriol Balaguer (La Duquesita) y Ricardo Vélez (Moulin Chocolat). Este exclusivo y fugaz encuentro se enmarca en los fastos por la celebración del 125 aniversario de una casa legendaria, historia viva de la ciudad, testigo de primera mano de sus cambios desde su ubicación en la Puerta del Sol.
Elaboradas a diario en el obrador, esta colección de pequeñas napolitanas está disponible en las tres direcciones que ya tiene La Mallorquina: Puerta del Sol, 8; Velázquez, 39 y Mira el Río Baja, 21. ¿Su precio? 9 euros. Y es que esta centenaria pastelería familiar, dirigida hoy por la tercera generación, ha vivido un explosivo movimiento hacia el futuro este año con la apertura de dos nuevos locales y la aparición de una sección salada en sus expositores (de su espacio en el barrio de Salamanca).
Los maestros pasteleros de esta efímera y deliciosa edición han realizado sus propias interpretaciones de tan popular postre. Mientras la mítica napolitana de chocolate y crema de La Mallorquina se mantiene incólume pero en un formato menor, la de Balaguer se rellena de manzana crujiente y de mousse de chocolate Guanaja la de Vélez. Una docena de ejemplares con los que triunfar cualquier sobremesa.