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Así lo ha asegurado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, en una visita a las obras, según cuenta el diario ABC. El descubrimiento, en agosto de 2019, de los restos del antiguo palacio de Godoy, construido en 1782, causaron un importante retraso en las obras y un gastro extra que tiene como objetivo mantener el hallazgo intacto e integrarlo en el proyecto de remodelación de la Plaza de España.
Sin embargo, tras finalizar los trabajos más delicados para conectar con un paso subterráneo la calle Ferraz con Bailén, que incluye un tramo bajo el antiguo palacio, la finalización de las obras ya se ve más cerca.
Cuando llegue el otoño está previsto que se planten 1.344 árboles autóctonos, lo que permitirá que la plaza se convierta en un destacado espacio verde. El proyecto pretende conectar así la plaza con los jardines del Templo de Debod y Rosales, todo ello con mucho más espacio para peatones, nuevos carriles bici y menos tráfico de coches.
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