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Madrid Central fue una de las banderas del mandato de Manuela Carmena en materia medioambiental. Y del mismo modo, también uno de los principales caballos de batalla de la campaña electoral del actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que antes de las elecciones aseguró que acabaría con esta zona de bajas emisiones en caso de llegar al poder. Finalmente, en 2020 y ya como alcalde, pactó con Ciudadanos una flexibilización de las condiciones en las que se puede acceder al centro en coche, en un nuevo proyecto que fue bautizado como Madrid 360.
Pero el entramado jurídico ya estaba en marcha. Los populares habían llevado en 2018 la medida a los tribunales, argumentando que los 11,7 millones de euros que costaba Madrid Central podían poner en riesgo la estabilidad financiera del Ayuntamiento. Dos años después, en 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) apreció la omisión de algunos trámites en la elaboración y aprobación del marco legal que sustentaba Madrid Central, por lo que anuló el proyecto. Una decisión ante la que Ecologistas en Acción presentó un recurso de casación que acaba de ser inadmitido por el Tribunal Supremo. Es decir: el Alto Tribunal da la razón a los populares y tumba definitivamente Madrid Central.
¿Qué ocurrirá a partir de hoy? ¿Se puede entrar en el centro con un coche viejo? En teoría, al adquirir firmeza las resoluciones del TSJM, Madrid Central dejaría de tener vigencia. Eso sí: el auto conocido este miércoles necesita ser ratificado, lo que conllevará aproximadamente dos meses más de vigencia de Madrid Central.
¿Y qué pasa con las multas? Hasta este momento, el Ayuntamiento de Madrid ha puesto 1.393.000 sanciones por infringir las normas de Madrid Central, lo que en términos económicos se traduce en 125 millones de euros (o unos 62 si se abonaron en periodo de reducción). Ahora, las multas quedan en el aire. Aquellas que estén pendientes de cobro han de ser anuladas de inmediato. Respecto a las que ya se han pagado, el Consistorio asegura que no se van a devolver.
Ecologistas en Acción ha lamentado la decisión de la justicia. "Para el Supremo la vigencia o no de una zona de bajas emisiones, que ha ayudado a mejorar mucho la calidad de aire en la capital, aparentemente no tiene suficiente trascendencia", critican, apuntando también al "poco disimulado empeño del gobierno de Martínez-Almeida de acabar con uno de los emblemas de la anterior corporación a pesar de ser una medida muy valorada y que demandan más barrios de la ciudad". En opinión de los ecologistas, no tiene sentido que "cuando el propio Parlamento Europeo pide una regulación de calidad del aire que impida revertir medidas como Madrid Central, el gobierno municipal siga dando pasos en sentido contrario".
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