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Parece que ha pasado una eternidad, pero hace no demasiado tiempo, cosas que hoy nos resultan tan cotidianas como los smartphones sonaban a ciencia-ficción. De igual manera, proyectos que hoy parecen parecen propios de una película del género o de un capítulo de 'Black Mirror' podrán ser una realidad en un futuro no muy lejano.
Elon Musk, el multimillonario cuya empresa es resonsable de los coches de Tesla o los cohetes comerciales Space X, se encuentra inmerso en un proyecto tan singular como futurista. Bajo el nombre de Neuralink, Musk trabaja en la integración de tecnología de inteligencia artificial en el cerebro humano. Un inquietante paso más, en opinión de algunos, hacia lo que se ha venido a llamar transhumanismo.
Entre otras cosas, los avances de Neuralink pretenden que los usuarios puedan escuchar música directamente en el cerebro a través de un chip implantado en el tejido cerebral. No sólo eso, sino que será posible controlar el nivel de hormonas para usarlas en beneficio del usuario.
El objetivo de Neuralink va más allá: desarrollar una tecnología capaz de corregir daños cerebrales graves, por ejemplo debido a un trombo, pero también curar algún tipo de cáncer o alguna lesión congénita. "Va a resolver muchas lesiones cerebrales o vertebrales y, en última instancia, es esencial para la simbiosis con la inteligencia artificial", ha avanzado Musk.
La iniciativa, según Musk, prevé su llegada en al menos cuatro años. Por el momento, el reto es resolver algunos obstáculos como el sellado del chip implantado, la carga inductiva o el procesamiento de la señal.