Reabre el Sidi, un bar mítico para los vecinos de Malasaña

Los bares de toda la vida van cerrando por jubilación. Así pasó con el mítico Sidi de Celso y Alicia, al otro lado de la barra durante medio siglo (que se dice pronto). Qué no habrán visto en todo este tiempo desde esa privilegiada esquina. Pero la confluencia entre las calles Colón y Barco es tan atractiva que no podía perderse como dirección para tomarse unas cañas. Los actuales propietarios, el grupo La Ardosa, le han dado un buen lavado de cara (no tan radical como el llorado Palentino) pero, como ha dicho Víctor Díaz-Frey, uno de los socios, a Somos Malasaña, "la reforma y la propuesta son cien por cien continuistas".

Nueva puerta, más mármol, baldosas hidráulicas a estrenar, techos más altos (ahora se ven los capiteles de las clásicas columnas madrileñas) pero una carta, con muchas raciones y bocadillos, que pretende seguir atrayendo a la heterogénea parroquia que ya acudía, donde coincidían el currela desayunando temprano, el sexagenario de sobremesa y el vecino joven del barrio a última hora. Cuando recuperemos las barras, en la suya se agolparán todos de nuevo. Abrió en 1943... ¡a por el centenario con este nuevo rumbo!