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La famosa desescalada está cada vez más cerca. Y aunque se trata de una situación muy esperada por todos los madrileños, el hecho de que podamos salir a la calle también puede traer graves problemas. Y no sólo en materia sanitaria: también en lo que tiene que ver con la movilidad.
La Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid calcula que "solo entre un 28 y un 30% de los usuarios del metro, Cercanías o autobuses podrá usar el servicio durante varios meses”, debido a las medidas de distancia social decretadas por el Ministerio de Sanidad. De los 5,5 millones de viajes diarios de media que se realizaban antes de la crisis, solo se podrían mantener 1,5. En el caso del metro, en el espacio donde antes cabían cuatro pasajeros por metro cuadrado, ahora solo podrá ir uno.
Los viajes en transporte público deben quedar reservados, pues, a los movimientos imprescindibles que deban realizarse “por motivos laborales, por estudios o por necesidades médicas”, y “siempre con mascarilla”, según ha explicado el consejero de Transportes, Ángel Garrido, en un audio distribuido a los medios de comunicación. Los movimientos por trabajo y estudio suponen el 43% del total.
La consejería recomienda a los ciudadanos “ir a pie o en bicicleta en el caso de los desplazamientos cortos y, en vehículo privado, en el caso de los largos”. Compartir viaje en coche es complicado. Actualmente solo pueden viajar juntas dos personas sentadas en diagonal y con mascarilla.
El más que previsible aumento del uso del coche tendrá importantes repercusiones en forma de atascos y contaminación. Los niveles de dióxido de nitrógeno descendieron en un 60% en la segunda quincena de marzo, coincidiendo con el inicio del confinamiento. Se trata del mínimo histórico en los últimos 19 años, según un estudio de eltiempo.es realizado en las 12 estaciones de medición de calidad del aire de la capital.