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Andrés Gallardo

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Las piezas de Andrés Gallardo, también realizadas en porcelana, son creaciones con mucho corazón. De hecho, es uno de sus símbolos más recurrentes en sus diseños -generalmente acabados en un llamativo color rojo-, junto con manos, lunas, huesos y animales. Aunque si es conocido por algo es por su colección de maxipiezas, principalmente collares y brazaletes, a priori imposibles de llevar pero que resultan sumamente atractivas.

Detrás de esta firma de joyería puesta en marcha hace ya casi una década desde su taller de la zona centro están Andrés y Marina. Dos diseñadores de moda de formación con un carácter emprendedor y tremendamente autodidacta, lo que les llevó a poner en marcha este proyecto que comenzó con piezas de porcelana que encontraban rotas (por eso no había dos iguales) o que rompían propósito para hacer sus diseños. Seña de indentidad que ha terminado siendo todo un referente en piezas de joyería y complementos cerámicos.

A diferencia de otros, sus trabajos muy “locos y exagerados”, como nos sugiere Marina, pero sobre todo figurativos, una faceta muy poco explotada en los complementos cerámicos: suyas son las manos que sostienen un corazón o la manita que se agarra con firmeza al colgante, pieza convertida ya en todo un símbolo feminista. Pero también llevan el sello de Andrés Gallardo los bolsos de piel con incrustaciones de cabezas de conejo o los colgantes de flores que tantos buenos clientes les han traído desde todos los rincones del mundo, como en Asia tienen auténtica devoción por sus piezas.

Lo más curioso es que ellos no proceden del oficio de ceramista y por eso “siempre nos hemos rodeado de los mejores”. Comenzaron a hacer pedidos al taller de Tánata, donde se hicieron los primeros elefantes rotos en serie; después, cuando decidieron crear piezas de cero, contaron con las manos expertas de Francisco y Felismina, dos genios del modelaje en Portugal, cuna de este oficio; para conseguir las flores de porcelana viajaron hasta un taller de Manises, porque es donde más tradición hay en este sentido; y para los bolsos de piel, a Ubrique, cómo no.

Por suerte, nosotros no tenemos que irnos tan lejos para conseguir sus piezas. Tienen su taller en pleno centro de la ciudad, entre Tirso de Molina y la plaza de Jacinto Benavente. Y tienda en el barrio de Las Letras. Por cierto, su nueva colección de joyería se sale un poco de la norma. La flora y la fauna son dos de los temas más recurrentes en sus colecciones, junto al amor y la magia, pero han vuelto a romper con lo anterior para divertirse y para seguir creciendo como marca. Ahora sus piezas con más joya, es decir, la porcelana pierde algo de peso frente al metal, que deja de ser una simple fornituras para convertirse en pieza esencial. Eso sí, el elemento figurativo sigue siendo una constante, pero ahora en forma de sofisticados y explícitos insectos que todas vamos a querer llevar puestos. 

Noelia Santos
Escrito por
Noelia Santos

Detalles

Dirección
Conde Romanones, 5
Madrid
28012
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Transporte
Tirso de Molina (M:L1). Sol (M:L1, L2, L3)
Horas de apertura
De Lu.a vi de 10 a 14h.
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