No estamos en la campiña inglesa, pero la calle Antonio López, la última de Carabanchel antes de llegar a la orilla de la avenida del Manzanares, esconde un coqueto local que bien parece sacado de un paisaje escocés. Será porque fue allí, durante un viaje, cuando Ana y Luis pensaron en abrir un obrador de repostería artesanal con espacio de tienda gourmet y productos delicatessen tan viajeros como ellos. ¿Y el nombre? Pura inspiración: cardo, por ser la flor oficial de Escocia, y olivo por ser el árbol mas importante de Jaén, de donde es Ana. Primero abrieron dentro de un mercado de barrio en la calle Antonio López, 47 (la Galería Santander) para (tres años después) instalarse definitivamente a pie de calle ea finales de 2021. Y su estilo no pasa desapercibido: desde la decoración, muy 'british' y con toques vintage (vajillas inglesas, platos de San Claudio y la Cartuja, cubertería labrada y muebles localizados en el Rastro y otros mercadillos de antigüedades) a la carta.
Aquí la repostería es de autor, con recetas tradicionales (carrot cake, red velvet, bizcocho de té matcha, cheescake de higos, tarta de chocolate...). Unas las firma Ana, a las que "le pone mucho cariño y estilo propio", y otras las reciben a diario desde un obrador clásico (Viena Azul, en la calle Narváez), como nos cuenta Luis. La clave de su éxito, con el que ya se han hecho un nombre en el barrio, reside en que utilizan "muy buena materia prima": desde el pan de masa madre a los aguacates con los que preparan una de las tostas más deliciosas del barrio, dicho por los vecinos. Se pueden tomar en el propio local, donde también tienen platos para comer (una original combinación de sopa y sándwich, de nuevo guiño 'british'), aunque lo que triunfan son los productos deli para llevar: desde "el adictivo pan de cremona" a mermeladas de Reino Unido, dulce de leche y alfajores argentinos, pastas italianas con D.O, aceites de Jaén (de donde es Ana) o cremas procedentes de Navarra. Un viaje por los sabores más ricos de la geografía internacional con parada obligatoria en esta dirección que se está convirtiendo en imprescindibe a la hora de desayunos y meriendas para quienes buscan algo diferente a la típica (y deliciosa, por cierto) combinación de café con leche y barrita con tomate.
