Bonitas, delicadas, funcionales y, ante todo, artesanas. Porque ese el concepto que mejor define las creaciones 'handmade' de Julieta Álvarez, la diseñadora madrileña que hay detrás de estas piezas tan vistosas como ponibles, a pesar de estar hechas en un material tan delicado como es la cerámica.
"Para nosotras es muy importante el producto artesanal. Vivimos rodeados de procesos de producción masiva, en un mundo en el que todo está saturado y nuestra idea es lo contrario, parar para hacer algo con cuidado, con mimo y sobre todo tiempo", nos cuenta Julieta. Y quizá por eso la cerámica está de moda. Nos referimos a la cerámica artesana, la que está hecha con las manos de alguien con nombre y apellidos, y no la que se esconde detrás de un código postal relativo a otras latitudes.
Parte de la culpa la tienen las creaciones de Julieta, muy reconocibles e inspiradas en formas orgánicas, libres, irregulares y muy, pero que muy marinas, sobre todo las de su última colección 'Iris'. Que nadie se extrañe si al contemplarla cree estar viendo un par de ostras nacaradas o dos maxi conchas de molusco para llevar como pendientes. Pero en colores blancos y tonos pastel, toda una constante en sus piezas, muchas de ellas con acabados en dorado.
Aunque antes de llegar ahí, a la pieza final, el proceso de elaboración es largo y meticuloso. Las piezas evolucionan desde la imaginación de Julieta -todo lo que ve a su alrededor le inspira- para pasar de ser una simple imagen en su cabeza a una pieza sostenible, práctica y ponible. Y lo consigue. No solo en Madrid, donde está presente en las principales tiendas y concept store de la ciudad (desde Rughara a El Moderno o El Árbol) sino en el resto del mundo. Distribuyen a EE.UU. Hong Kong, Corea, Japón Ecuador, México, Bélgica, Alemania, Francia... O lo que es lo mismo: a todos los continentes excepto África, que por el momento se les resiste.
Las piezas decorativas no son su especialidad, pero como "el objeto es algo que me tiene fascinada", sostiene Julieta, ya está trabajando en un nuevo proyecto: una exposición de pequeñas esculturas 'cocinadas' en su pequeño taller. Un taller que de vez en cuando se convierte en tienda-showroom para acercar sus piezas a clientes y enamorarnos con sus creaciones. Por cierto, si todo va bien, la muestra de esculturas verá la luz hacia final de año. Estaremos pendientes.
